Francisco llegó a Chipre para renovar su misión a favor de migrantes y refugiados

El Papa inicia una gira que también lo llevará a la isla griega de Lesbos, símbolo de las penosas condiciones en que viven los refugiados que intentan ingresar a Europa

 

 

El papa Francisco llegó este jueves a Chipre para iniciar un viaje de cinco días que también incluirá a Grecia y que estará centrado en la preocupación por los migrantes y refugiados, tema prioritario de su pontificado.

El pontífice aterrizó poco antes de las 15 locales (las 10 de Argentina) en el aeropuerto de Larnaca, a 50 kilómetros de la capital Nicosia, tras un vuelo de tres horas desde Roma.

Se trata de la segunda visita de un papa a Chipre, una isla poblada especialmente por cristianos ortodoxos, tras la realizada por Benedicto XVI en 2010.

El jueves por la mañana, la llegada inminente de Francisco se dejaba sentir en Nicosia, donde había numerosas calles cortadas, se limpiaba la explanada de la catedral y los empleados decoraban con flores algunos puntos por los que pasará el Papa.

El pontífice pronunciará dos discursos en Nicosia, dividida desde 1974 entre la República de Chipre, miembro de la Unión Europea y la autoproclamada República Turca del Norte de Chipre (TRNC), reconocida sólo por Turquía.

El viernes, el Papa celebrará en Nicosia una misa en un estadio, frente a 7.000 fieles y una oración ecuménica con los migrantes, cerca de la “línea verde”, la zona desmilitarizada administrada por la ONU y que divide la ciudad y la isla en dos partes, un gesto considerado particularmente simbólico.

La misa será el único evento en el que participará la comunidad católica de Chipre, compuesta por unas 25.000 personas, sobre una población de un millón, la mayoría de religión ortodoxa.

Entre ellos, figuran entre 5 a 7.000 fieles de la iglesia maronita, una de las iglesias católicas orientales presentes en Líbano y Siria, países vecinos en crisis.

“Será un viaje a las fuentes de la fe apostólica y de la fraternidad entre los cristianos de diversas denominaciones”, adelantó Francisco en la audiencia general del miércoles. Desde su elección en 2013, ha realizado 35 viajes al extranjero, contando este.

El diálogo con los ortodoxos, que se separaron de la Iglesia católica en 1054 durante el gran cisma entre Oriente y Occidente, es una de las prioridades del pontificado de Francisco.

También será la ocasión de “acercarse a la humanidad herida” y tantos migrantes que buscan esperanza”, dijo el Papa el miércoles.

Francisco “va ante todo hacia los más vulnerables y los más marginados. Hoy, esas personas son los migrantes que se han visto obligados a salir de sus países en medio del dolor y de la ilegalidad”, dijo a la AFP el arzobispo de Chipre para los maronitas, Selim Sfeir.

Según el gobierno chipriota, se están llevando a cabo negociaciones con el Vaticano para organizar el traslado de varias familias de migrantes a Italia, como ocurrió en 2016 durante su primera visita a la isla griega de Lesbos, cuando se trasladó a Roma a tres familias sirias.

Antes de partir, el papa argentino recordó el miércoles que volverá a visitar Lesbos, para estar cerca “a la humanidad herida en la carne de tantos migrantes en busca de esperanza”.

Las autoridades de Chipre aseguran que reciben el mayor número de solicitudes de asilo de la Unión Europea en comparación con su población.

Los dirigentes calculan que unos 10.000 migrantes en situación irregular llegaron durante los 10 primeros meses del año a su territorio.

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